Esta receta es una adaptación de un clásico de mi mamá. La mía tiene salsa blanca (mi mamá como es bastante queserita las cocina con queso).
En un viaje a San Luis probé una variante gratinada y de ahí saqué la idea de agregársela. Caballito de batalla nos salva a la hora de acompañar carne pescado o pollo.
Ingredientes:
Rodajas de calabaza (de la parte sin semillas, cortadas gruesitas o a gusto)
Cebollas (colorada y de verdeo) en juliana
Salsa blanca
Queso de rallar
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
Romero
Nuez moscada
Preparación:
En una fuente poner aceite de oliva y acomodar las rodajas de calabaza. Un poquito de sal por arriba y al horno (moderado a fuerte) para que vayan cocinándose.
Cuando notamos que están un poco cocidas (más blanditas, bah) las sacamos de la fuente y colocamos la base de cebolla (previamente condimentada con un chorrito de aceite de oliva y sal gruesa) y las rodajas de calabaza (con la parte que estaba abajo arriba). Le tiramos un poco de romero por arriba y otra vez al horno.
Mientras tanto preparamos la salsa blanca. Yo la hago así: caliento un litro de leche y la mantengo tibia. En una ollita derrito 50 grs. de manteca y le agrego 50 grs. de harina y revuelvo con una cuchara de madera. La cocino unos segundos hasta que a la vista se la ve un poquito más tostada. Saco la ollita del fuego y le agrego la leche de a poquito para que no se formen grumos. La condimento con sal y nuez moscada y la sigo cocinando unos minutos más (hasta que se espese).
Ya tenemos lista la salsa blanca y la calabaza ya está casi cocida, entonces la sacamos del horno y le agregamos por arriba la salsa blanca y abundante queso rallado (acá si compro el queso y lo rallo yo, nada de comprar los de paquetito que son asquerosos!) Otro poquito al horno para que se dore el quesito y ñam ñam!!!!